LA RELIGIÓN VIKINGA
Asgard era el cielo donde vivían todos los dioses. Odín tenía poder sobre todos, ya que era el mayor. Poseía muchas dotes y cualidades, pero era ante todo el dios de la guerra. En combate Odín llevaba una cota de malla y un casco de oro, y su lanza daba con todo a lo que la lanzaba. Iba montado en el más veloz de todos los caballos, que tenía ocho patas.
Tor, hijo de Odin también era un dios guerrero, el más fuerte de todos y el protector de dioses y hombres contra los “jotner” (gigantes) y el mal. El martillo era su principal arma. Cuando Tor surcaba el cielo con su carro, las montañas temblaban, y echaba chispas. Tor era el primer defensor del orden del mundo, y con su enorme fuerza podía combatir fácilmente las fuerzas oscuras y revolucionarias. No conocía la astucia o la sabiduría, pero sí sabía usar el martillo Mjolner. Siempre daba cuando lo arrojaba, e incluso regresaba a su amo.En varias lenguas europeas se encuentran los nombres de Odín y Tor en los días onsdag (miércoles) y torsdag (jueves).
Odin.
Dios Thor hijo de Odin
EL VALHALLA
Todos los hombres que morían en combate, se convertían en hijos de Odín. Eran admitidos en el Valhalla, donde Odín todos los días les daba un banquete. No había mayor edificio que el Valhalla: Tenía 640 puertas tan grandes que 960 guerreros podían entrar hombro con hombro por, cada una de las puertas.
Por la mañana, los guerreros se armaban y salían para luchar. Pero los que caían en combate, volvían a levantarse. Por la noche todos eran amigos otra vez, reuniéndose para celebrar en el Valhalla.
En el Valhalla, Odín contaba con unas sirvientas que se llamaban valquirias. Las enviaba a los campos de combate para que eligiesen a los guerreros que habían de caer – y volver al Valhalla. Allí eran recibidos por las valquirias, que les servían cerveza y comida.
LA RELIGIÓN ROMANA.
Como en cada faceta de su cultura, los romanos copiaron sus mitos de los griegos, sin embargo la mitología griega fue creada por espíritus mejor dotados, mientras que los mitos romanos respondían a las necesidades comunes del pueblo. El pueblo romano esperaba de ellos tan solo buena cosecha y negocios prósperos. Y para que todo esto se lleve a cabo cumplían con rigidez las ceremonias religiosas.
En los primeros tiempos Marte (dios de la guerra) parece haber sido el dios más importante. Un dios capaz de poder ayudarlos a vencer a sus pueblos vecinos. Más tarde, el primer lugar fue ocupado por Júpiter (el Zeus griego). A este dios se lo representaba con un cetro en una mano y un rayo en la otra.
En sus comienzos, las divinidades tuvieron un carácter fetichista, de esta manera una sencilla piedra simbolizaba a un dios. Durante muchos años los romanos consideraron a sus deidades como manifestaciones de la naturaleza (númenes) y no las representaron con forma humana. Mas tarde, por influencia griega, imaginaron a sus dioses como seres humanos (antropomorfismo) y les levantaron templos y estatuas.
RELIGION DOMESTICA : LARES Y PENALES.
Los romanos adoraban a los dioses Penates como protectores de la familia y también como protectores del Estado, considerando a éste como una familia de ciudadanos. Su nombre proviene de penus ("provisiones de boca") y sus imágenes se guardaban en la Penetralia, en el centro de la casa. Constantemente se mantenía fuego en el hogar en honor a éstos y sobre la mesa se les ofrendaba sal y frutos. Se toman a los penates como inventores de la casa y por dispensadores y conservadores de todos los beneficios de la fortuna y del bienestar de que disfrutaba una familia o una comunidad. Los Lares eran dioses secundarios de la mitología romana y estaban más bien en la categoría de genios. Guardaban estrecha relación con los penates y éstos y aquellos eran objeto de un culto común. Los lares eran los manes, o sea, los espíritus de las personas difuntas de una familia, divinizados por ésta. Eran los espíritus de los hombres honrados. Todos los lares estaban al cuidado del Lar Familiaris, que estaba mirado como fundador de la familia, de la cual era inseparable.
Además de estos lares privados (por estar dentro de cada casa de familia) se pueden apreciar también a los lares públicos que se dividen en: lares praestites y lares compitales. Los primeros eran los protectores de toda la ciudad y los segundos eran los que presidían a los distintos barrios de la misma. El lugar destinado a los lares, lugar siempre espacioso, se llamaba Lararia. Allí les ofrecían las personas de la casa una porción de comida diaria y a las horas oportunas y en las celebraciones se les adornaba con guirnaldas y se dejaba abierto el Laeia
JANO
RELIGIONES DE AMÉRICA PRE-COLOMBINA
Cuando los conquistadores europeos llegaron a una América en la que habían predominado tres imperios principales (mayas, aztecas, incas), se encontraron con un panteón indígena que tenía ya mil años y una tradición que combinaba la literatura oral con los códices y estelas, y una singular mitología con bastantes puntos en común. Los dioses mayas, olmecas, chimúes, toltecas, teotihuacanos, aztecas e incas se parecían bastante entre sí y en ocasiones eran intercambiables.
LOS MAYAS:
Los mayas eran politeístas, tenían una gran cantidad de dioses cuya importancia era variable. No eran iguales en todas las ciudades y fueron también cambiando de nombre con el tiempo. Había cuatro dioses que sostenían el mundo desde los cuatro puntos cardinales. El dios supremo era Huntoh Chac. A él le siguen los dioses cósmicos: Hurakán, dios de las tormentas, temido pero también querido porque es el que manda la lluvia beneficiando así a la agricultura
LOS AZTECAS:
Parece que en algunas épocas, estaba extendido el monoteísmo. Las gentes más cultas de los aztecas creían en un dios único y creador, invisible y que no se podía representar. Se llamaba Teotl y esta palabra acabó identificándose con la idea de dios en general. Pero podemos decir que, en general, los aztecas fueron politeístas y en el laberinto de la religión azteca se multiplicaron las divinidades de forma extraordinaria. Los dioses aztecas tienen orígenes diferentes. Cada grupo profesional y cada pueblo tenía sus dioses tutelares.
LOS INCAS
Los incas tenían sus propios dioses pero, en su expansión por los Andes, fueron adoptando algunos de los dioses de los pueblos conquistados, como Viracocha, dios creador y el que lleva la civilización a los hombres. Cuando el conquistador español Francisco Pizarro entró en contacto con los incas, estos creyeron que se trataba del propio Viracocha que regresaba. Otro de los dioses que tomaron fue Pachacamac, divinidad abstracta cuya representación estaba prohibida. Era creador de la humanidad y esposo de la Pachamama o madre tierra, diosa muy popular, cuyo culto estaba relacionado con la fertilidad de los campos y los animales.
Más importante que todos ellos era Inti, el Sol. Los reyes incas decían que eran sus descendientes directos. Su esposa era Quilla, la Luna, madre del firmamento. También tenían importancia Illapa, dios del trueno y de la lluvia, y Saramama, diosa del maíz.
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